15:40 pm
Entre un orgasmo de sensaciones más allá de la piel, leí tu mensaje. Una paz entre cielo y tierra se apoderó de mí. Tenía la certeza que hoy te vería, lloviera, tronara, derrocaran al sistema o Popy se presentara nuevamente en TV. Con este firme sentimiento, partí a casa, pensando en preparar todo para hacer esas escasas horas de locura en algo único, algo sólo para ti.
16:30 pm
Si te digo, dónde terminé encontrando los pétalos de rosa, no lo creerías. Llegué a casa, me di una ducha, peleé un rato con el computador que se negaba a darme las mil y pico de chatarritas que dijiste que tanto te gustaban, tomé el marcador y copié, en un sobre para discos de cinco y un cuarto, una lista de baladas románticas que nos dieran al menos cuatro horas de música agradable. Saqué la botella de vino que guardaba para una ocasión especial y la coloqué en la hielera. Dispuse dos copas, junto al vino y a un par de velas que guardaba entre mis cosas. Y los pétalos, fue divertido y me sentí cual joven inexperto al distribuirlos por donde pensé que irías a caminar. Bien, todo listo. Vayamos a meditar mientras espero.
18:40 pm
Estoy nervioso, el hielo se derritió completamente y algo dentro de mí dice que no todo está bien. Veo la hora, hace tres horas que no sé de ti. Marco tu número y no logro contactarte. Empiezan mis fantasmas a hacer de las suyas: qué te pudo haber pasado? Estarás bien? Cada segundo que pasa hace que me preocupe más. Te escribo un mensaje mientras busco mis zapatos y pienso: Aja y qué pretendes hacer? Irla a buscar? Ella tiene que hacer lo que tenga que hacer, sé paciente. La paciencia no es algo que pueda mantener mientras la preocupación me carcome los huesos. Sé donde encontrarte y para allá voy.
18:47 pm
La música en definitiva es capaz de tranquilizar a la bestia interior que todos llevamos dentro. Emma Shappin tiene una facilidad para tranquilizar mis nervios que me lleva a un éxtasis casi utópico.
19:43 pm
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